LA CASA DEL LECTOR

Claro que no todo iban a ser malas noticias. He aquí un proyecto que nos puede dar más de una alegría, la participación de i con i en esta iniciativa de FundaciónGermán Sánchez Ruipérez augura lo mejor. Le deseamos desde aquí un largo, feliz y provechoso recorrido.

Y otra buenanueva, la web LitOral, un referente para los interesados en la literatura de tradición oral del sur de Europa, puede volver a publicarse si encuentra el apoyo de un nº suficiente de suscriptores. Suerte

LA REVISTA EDUCACIÓN Y BIBLIOTECA DEJA DE PUBLICARSE

Portada del nº 183, mayo/junio 2011

Otra de las malas noticias de este verano: la revista Educación y Biblioteca deja de publicarse, un proyecto con más de 23 años de trayectoria que ha llegado a su final de trayecto y nos deja un poco huérfanos.
Deseamos desde aquí todo lo mejor para el equipo de personas que ha hecho posible esta revista a lo largo de sus 183 números, a buen seguro que con su entusiasmo y su saber hacer encontrarán otros espacios y otros tiempos para seguir aportando ideas e iniciativas para el mundo bibliotecario.
Eso sí, se van con un dossier sobre Miguel Calatayud que no hay que perderse, sirva como botón de muestra este delicioso reportaje de Vicente Ferrer, editor de Media Vaca:
Libros que no hemos hecho con Miguel Calatayud 

Y otra perlita, el discurso del ministro de Educación, D. Ángel Gabilondo, con motivo de la entrega de los premios nacionales de buenas prácticas para la dinamización e innovación de las bibliotecas escolares. En tal discurso, pronunciado en la Biblioteca Nacional el 11 de mayo pasado, el ministro adquirió dos compromisos que aplaudimos y esperamos ver cumplidos:

1. No rebajar las propuestas económicas para apoyar las bibliotecas escolares
2. Realizar a principios del próximo curso un Congreso Nacional de Bibliotecas Escolares

Buen ejemplo a seguir por nuestra administración autonómica, que no parece que camine en ese sentido.

INDIGNACIÓN BIBLIOTECARIA

A lo largo de los últimos meses me han llegado algunas noticias alarmantes en relación a las bibliotecas y los libros en general. No puedo dejar de reproducir a continuación un artículo de Blanca Calvo, responsable del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil de Guadalajara y alma mater del Maratón de los Cuentos y del Festival Internacional de Narración Oral de la misma ciudad.

Queridos compañeros:

Sí, habría que ser políticamente correcto y empezar citando la presunción de inocencia, pero lo de la Sgae se veía venir. Cuando se maneja mogollón de dinero de manera poco transparente (por no decir totalmente opaca) puede haber mil tentaciones, y formas, de desviar una parte sustanciosa.

Y eso podría estar pasando también en Cedro. Porque todavía nadie en esa entidad ha explicado cómo se reparte lo que recaudan de fotocopias. Deben de tener una gran intuición, porque es de todo punto imposible saber qué materiales se están fotocopiando dado que las fotocopiadoras públicas son generalmente de autoservicio.

En cuanto al canon del préstamo (repartido también arbitrariamente), resulta obsceno que una asociación privada, y opaca, siga cobrando al sector público por promocionar la lectura en un momento en el que están bajando TODOS los presupuestos de bibliotecas, tanto los de compra como los de actividades y los de personal. El Ministerio, que según noticias publicadas hace unos días ha reducido a la mitad su presupuesto para compra de libros, está pagando a esa asociación por los préstamos que hacen las 52 bibliotecas de titularidad estatal. Y también están pagando las comunidades de Navarra, Madrid, Aragón y Murcia, cuyas bibliotecas (al menos me consta en el caso madrileño) están viendo bajar sus recursos.

La indignación que provoca el canon del préstamo forma parte de la indignación general que está llenando plazas y moviendo el pensamiento en todo el país. Oponerse al préstamo de pago, incluso después de que haya sido santificado por la Ley de Bibliotecas (sigo sin tragar esa paradoja de que la primera Ley de Bibliotecas española de la historia haya consagrado ese despropósito) es una obligación para los bibliotecarios indignados, porque supone defender lo público frente a lo privado.

Y que no se diga que el canon beneficia a los autores. Porque pagar el canon supone comprar menos libros, como estamos viendo. Y comprar menos libros sí perjudica a los autores, que tienen su lícito porcentaje en cada venta. Y ese es mucho más transparente.

Tenemos que seguir combatiendo el préstamo de pago. Aquí y en Europa. Para contribuir desde nuestro sector a ese mundo diferente que se está tratando de imaginar en nuestras plazas.

Blanca Calvo

Y un artículo de José Luis Sampedro sobre el mismo tema
http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/sampedro/miradas_lectura.htm

Por otra parte las ferias del Libro corren el peligro de desaparecer o quedar reducidas a un testimonio casi vacío. No hay más que recordar las últimas ediciones de la celebrada en nuestra ciudad o estar al tanto de lo que ocurre en otras ciudades pequeñas. Como muestra un botón:
http://feriadellibrozamora.blogspot.com/2011/07/manifiesto.html