LA BARRA O DE CÓMO UNA TABERNA PUEDE ANIMAR A LA LECTURA

No vamos a descubrir aquí la relación entre la literatura y los bares, entre lo artístico y lo espirituoso. Pero ésta que presentamos a continuación tiene sus particularidades:

Para empezar el local

y Carlos, su gerente

que conoce el negocio desde bien chiquito y tiene una peculiar forma de entenderlo. Gracias a ella podemos disfrutar en su local de un excelente ambiente de tapeo precedido de su irresistible flauta de Hamelin, un aroma que inunda los alrededores y activa deseos irrefrenables.
Al establecimiento concurre una parroquia variopinta, otra de sus señas de identidad, que incluye alguna tertulia semanal, uno de cuyos miembros es el otro protagonista de esta entrada y responsable de otro de los rasgos que dan carácter a este bar. Se trata de Miguel Palop, un coleccionista apasionado del cine y del arte que cuelga en las paredes de La Barra exposiciones de algunos de los objetos que componen su particular museo. Durante estos meses pasados hemos podido deleitarnos con una muestra de dibujos y láminas originales de una selección aventajada de dibujantes y publicaciones de la historieta, el tebeo, la revista o la novela gráfica de la segunda mitad del siglo pasado, una parte de la literatura infantil y juvenil que nos resulta especialmente atractiva y entrañable. Revistas y publicaciones periódicas como TBO, DDT, Pulgarcito, Tío Vivo, Florita, Blanca,Can-can, Sissi, La Cuadrilla, Chicos, Mis chicas, El Coyote..., algunas de las cuales ya citábamos con ocasión de la entrada dedicada a Pablo Ramírez

 

en cuyas páginas y portadas podíamos ver firmas como la de Purita Campos con su inolvidable Esther

las de G. Iranzo, Alfonso Figueras, Batet

las de Coll, Sabatés,

Arturo Moreno

Muntañola y su Josechu el vasco

Escobar, Vázquez, Sanchís, Ibáñez y su extensa galería de personajes de la casa Bruguera,

Y, por supuesto, no podía faltar la publicación estrella de la época, El Capitán Trueno de Víctor Mora y Miguel Ambrosio, Ambrós, una obra que apareció en formatos diferentes:

el clásico cuaderno apaisado

la revista juvenil de formato franco-belga a lo Spirou, Tintin etc.

y otros varios como encartes, almanaques...

Contó a lo largo de sus diferentes épocas y temporadas con el trabajo en la ilustración de autores tan prestigiosos como Jesús Blasco o Vicente Boix.

Esta historieta nace al calor de una moda del género medieval que ya contaba en España con algunos antecedentes como el de Manuel Gago y su Guerrero del antifaz

o El Cachorro de G. Iranzo

Un buen ramillete de artistas cuyo trabajo tiene con frecuencia reconocimiento internacional y que puede darnos motivos más que sobrados para el gozo y la conversación.

Os dejo con un videoreportaje por si queréis conocer un poco más sobre el aspecto más festivoculinario de La Barra
 

 

Muchas gracias a Carlos de Pablo y Miguel Palop